La culpa es de los judíos y los ciclistas.

—Anunciaremos al pueblo que la culpa de los males de Alemania está en los judíos y los ciclistas.

En cierta ocasión Goebbles acudió al despacho de Hitler presentándole esta estrategia de comunicación para la campaña nazi.
—¿Por qué los ciclistas? —preguntó el führer.
—Eso es lo que queremos que todo el mundo se pregunte—respondió el ministro de propaganda—. Así, mientras el pueblo debate sobre la culpabilidad de los ciclistas nadie dudará de los judíos.

No sabemos si esta escena sucedió de verdad o forma parte de la leyenda, pero sí vemos a diario a los medios de comunicación aplicar este método, conocido como «La técnica del mensaje transparente».

Se lanza un cebo al público poniendo el foco en un tema tribal cuyo debate se presta a la división de opiniones (si el currículum de fulano está a la altura, si mengano debería abrir su negocio, o si pepita pasa la jornada de trabajo jugando con el móvil). Mientras la atención del pueblo está distraída en tales temas, los poderes aplican medidas de control que de otro modo jamás serían aceptadas.

Y así, poco a poco, el pastor va conduciendo al rebaño hacia el redil…

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