El shock llegó de pronto, como llegan los shocks, pillándolos a todos por sorpresa. Sucumbieron al miedo y no tardaron en encerrarse en sus casas, contemplando perplejos a través de pantallas lo que sucedía en el mundo…
… o lo que les decían que sucedía.
Entonces ellos salían al mundo y repetían lo que habían visto en las pantallas y la alarma se iba elevando entre todos hasta un nuevo nivel. Todos se encerraron en sus casas, entre el miedo y la obediencia.
Pero sucedió que entonces uno, por culpa de un reflejo de sol que se coló rebotando contra la ventana, apartó la vista de la pantalla cegado por la luz. Al volver a alzarla vio a su hijo.
Y otra hija, en otro hogar, vio a sus padres; y otro a sus abuelos, y otro más a sus amigas, a sus compañeros… a su igual más cercano.
—¿Qué tal?— Preguntó casi sin pensar.
—¿Qué tal… qué?— respondió su igual.
La verdad es que la pregunta era casi absurda.
—Pues, no sé… ¿cómo te sientes?
Hubo una respuesta distinta por cada persona que respondía y así, en algunos hogares, hubo quienes empezaron a entenderse.
Muy apropiado para el moemnto. Invita a la calma, la cordura y sobre todo a la reflexión. Enhorabuena!
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Gracias Charo, por entender y sentir, por tu tiempo y tus palabras. Un abrazo seguimos conectdos!
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Muy buen relato y muy adecuado a estos días
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Gracias margasbooks, la realidad es la mayor fuente de inspiración. Un abrazo seguimos conectados!
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Gracias a ti, a seguir escribiendo!😃
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A seguir ✊❤
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Precioso Katy. No me puede gustar más!
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Gracias Rosa Amores :* gracias por estar y por tu tiempo. Un abrazo, seguimos conectados!
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Así es el juego de vivir!
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Así es aunque a veces no leemos la información del juego. Un abrazo enorme.
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