Todo el país andaba revolucionado.
Desde un gran medio de comunicación habían anunciado, a bombo y platillo, el estreno de una película llamada a cambiar la historia del cine y ofrecían un premio asombroso a todo aquel que lograra entenderla.
La promoción del film llenaba a todas horas las pantallas y hojas de diarios y revistas nacionales, y allá adonde fueras, el sentido de la película era el único tema de conversación.
El público se fue dividiendo, a medida que iban surgiendo teorías sobre su posible significado, primero surgieron dos opuestas, y luego estas se volvieron a dividir en dos, y otras dos… y otras dos… y cada individuo con su propia teoría se enfrentaba a los demás tratando de convencerles.
Pasaba el tiempo y no aparecía ningún ganador.
Y la tensión fue en aumento, y del modo más absurdo la gente se empezó a enfrentar defendiendo sus puntos de vista, intentando imponer al otro su visión de la historia. El gran medio de comunicación continuaba emitiéndola sin cesar aumentando la furia de la audiencia que exigían recibir su premio.
Un pequeño grupo de personas se olvidaron del premio y empezaron a buscar explicación para tal comportamiento más allá de lo que veían en pantalla, algo debía de haber en aquella extraña película que explicase tales sucesos. La visualizaron una y otra vez, hasta que se olvidaron del premio y de las revueltas, y de cualquier otro juicio personal, y entonces por fin lo entendieron.
El premio era comprender la película…
…y tuvieron paz.
Me gusta mucho
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias Clara 🙂
Me gustaMe gusta
aleccionadora fabula.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias por comentar, estar y entender. Un abrazo!
Me gustaMe gusta
Estupenda historia… Ahora sí… Me ha dejado intrigado… ¡Necesito ver esa película! O mejor aún… Escribir su guión. ¡Nos leemos!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Sí quizás algún dia se pueda escribir ese guión de vida 😊 Gracias por estar y comentar. Un abrazo, seguimos conectados!
Me gustaMe gusta