Todo empieza aquí
pero también termina,
el camino allanado
toca su fin.
Tras de mí permanecen
las huellas de herradura
que me daban suerte,
mis pies no tocaban el suelo
volando sobre lomos
que me trajeron
hasta este momento.
Ahora sobre mi pisada
enterrada en la tierra,
contemplo el nuevo paisaje
que debo caminar.
Mis ojos brillan ante la novedad
el corazón se agita de ilusión
y aunque la mente cautelosa
dicta consejos de experiencia,
el cuerpo echa a andar.
La senda es algo empinada
llena de piedras que me entorpecen,
las nubes desconocidas anteriormente
siembran de sombras el espacio
y a veces al chocar,
ensordecen mis sentidos.
La flora y la fauna
otrora mi aliada,
se vuelve salvaje a cada paso
pero el lugar me ofrece,
cuando más lo necesito
remansos de paz
donde descansar la fatiga.
Y así sigo adelante
con constancia y esperanza,
el trayecto casi concluye
la mirada vislumbra ya la meta.
Son los peores momentos,
cuando rozas tu objetivo
las fuerzas comienzan a fallar
y el oxígeno no llega a los pulmones
pero está ahí, tan cerca.
Sé que puedo llegar
trato de dar una zancada, sólo una
agotando toda mi energía
exhalando el último aliento.
Acabo como empecé,
un movimiento leve hacia el frente
las huellas de un viaje detrás
y la emoción expectante
ante el destino que me aguarda.
Muy bonito 👏
Me gustaLe gusta a 3 personas
Gracias!!!! Un abrazo!!!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Son los peores momentos,
cuando rozas tu objetivo
las fuerzas comienzan a fallar
y el oxígeno no llega a los pulmones
pero está ahí, tan cerca.
(Me quedo e identifico con eso)
Me gustaLe gusta a 1 persona
Nosotros también, de hecho el poema se creo en torno a esa premisa ssshhhh 😉 es un momento de vértigo y de encontronazo de emociones. Gracias por pasarte a comentar. Seguimos conectados. Un abrazo!
Me gustaLe gusta a 1 persona