El poder de un dios.

el

Kratos miró a su alrededor intentando detectar algún sonido, acallando su propia respiración, alterada después del combate que acaba de tener lugar, ya no estaba tan ágil como antes, ya no se recuperaba tan fácilmente… los años también pesaban en los dioses.

Parecía estar todo despejado por el momento, pero no había que bajar la guardia, eso lo sabía bien, los enemigos se multiplican según vas avanzando.

  • ¡Atreus aquí!- Instó al chico mientras se colgaba de una roca para ascender por la montaña. El muchacho saltó a los hombros de su padre y treparon al siguiente saliente.

Nada más posar los pies se encontraron de bruces con una docena de «infernales» dispuestos para el ataque, Kratos lanzó a su hijo hacia un lado y se preparó para la batalla, sus espadas comenzaron a volar chocando contra los cuerpos de los enemigos, uno, dos tres…los cuerpos empezaban a caer al suelo descuartizados, no iba a durar mucho el combate, o eso creía él, cuando mató al último de los «infernales» aparecieron en tropel otros veinte acompañados de un «Antigüo» que escupía fuego, lo que no solo dificultaba la lucha si no también la visión, Kratos intentó forjar en su cabeza una rápida estrategia y decidió atacar primero al más grande, de un salto esquivó a cuatro «infernales» que blandían sus armas a la carrera contra él,  y levantó su hacha para lanzarla contra el «Antiguo» cuando una espada golpeó contra su brazo desequilibrándole y en esa milésima de segundo se encontró rodeado, entonces Atreus comenzó a lanzar flechas saltando por los aires y abatiendo a varios de los enemigos, dándole tiempo a su padre para recuperar postura y poder atacar. Ambos lucharon como uno solo consiguiendo salir victoriosos una vez más.

Habían conseguido despejar el lugar, por un tiempo tendrían el camino despejado, avanzarían más rápido ahora, su objetivo estaba cerca.

Atreus miró a su padre antes de echar a andar, Kratos le devolvió la mirada pero no dijo nada, nunca se le había dado bien expresarse, no sabía manejar sus emociones salvo una, la ira que había sido el único motor en su vida durante muchos años. Ahora miraba a su hijo y sólo sentía miedo, su educación había estado al cargo de su madre, y ahora que faltaba tenía que ocuparse de él y lo único que le había enseñado en este corto período juntos era a luchar, para poder defenderse solo en la vida. Y había aprendido rápido y bien, era ágil y listo pero Kratos no quería enorgullecerse de esto, no quería que la semilla de su propia ira aflorara en su hijo, no quería que se auto destruyera como él, que se convirtiera en un dios de la guerra.

Kratos tenía las manos manchadas de sangre, tanta, que sería imposible limpiársela, tantas muertes de inocentes tras de sí, había cometido asesinatos, parricidio, fratricidio, la ira, la venganza, el ansia de poder que le impulsaron a matar sin razón, le llenaban de culpa y dolor las noches. No podía permitir que Atreus fuera ese tipo de persona, ese tipo de dios.

Así estaba perdido en sus pensamientos cuando del cielo apareció un elfo oscuro que agarró a Atreus y se lo llevó por los aires.

  • ¡Padre!!- gritó el chico clavando su mirada asustada sobre él.

Kratos sintió un dolor agudo en su pecho, el miedo de perderle, de fallarle, fue tan grande que tuvo que dejar salir su ira, esa que no le quería mostrar, esa que guardaba celosamente. Notó como la adrenalina le elevaba por los aires saltando por las rocas hasta que tuvo a tiro al elfo y le pudo lanzar el hacha derribándole, Atreus cayó al suelo y corrió hacia Kratos y sin dudarlo le abrazó cómo lo que era, un chiquillo. Iba a responder al abrazo cuando sintió como una lanza le atravesaba por un costado. Todo había sido una trampa. A su espalda estaba un Aesir, uno de los dioses menores del norte, sonriéndole con ironía.

Kratos cayó al suelo deshaciendo el abrazo y antes de cerrar los ojos vio a su hijo envuelto en ira lo que le dolió más que la estocada. Tardó unos segundos en recuperarse e incorporarse, cuando lo hizo vio al Aesir desarmado ante un Atreus que sobre su pecho mantenía el cuchillo en su cuello.

  • ¡Déjanos en paz!- le repetía el chico.

Kratos lanzó sus espadas y le decapitó. Atreus le miró sorprendido.

  • Estaba desarmado- le dijo a media voz.
  • Nos hubiera matado, si no es ahora, más adelante.
  • ¿Cómo lo sabes?
  • Lo sé-cortó Kratos, pero en realidad no lo sabía.

Él nunca había concedido el beneficio de la duda a ningún enemigo. Miró a su hijo y su mente se llenó de imágenes del muchacho. Le vio escribiendo en una libreta las historias sobre los dioses que se iban encontrando por el camino, le vio dudando, cuando le ordenó disparar contra un ciervo que pastaba, para practicar con el arco, traduciendo para él los textos en lengua antigua, escuchando con atención las leyendas que Mimir, la cabeza parlante, les iba contando mientras navegaban, preguntándole las dudas que le surgían para seguir aprendiendo, vio sus ojos asustados cuando le atraparon, el abrazo sincero que le dio, vio el momento cuando cayó ante el Aesir y reinterpretó lo que él creyó ira en Atreus, y finalmente vio sus ojos de sorpresa al haberle decapitado. Kratos le mató por instinto pero Atreus no lo iba a hacer, él no sentía ese odio, Atreus no luchaba por venganza, lo hacía para ayudarle a él, luchaba en equipo.

Kratos avanzó hasta su hijo y le cogió de la cabeza alzando sus ojos para mirarle directamente y ver a través de ellos, sonrió por primera vez cuando lo sintió, Atreus tenía el alma limpia, sentía piedad y compasión, quería saber y entender el mundo. Su hijo nunca sería él, su corazón albergaba humanidad y ese era su gran poder, el verdadero poder de un dios. De eso, sí podía sentirse orgulloso, éso sí merecía ser elogiado.

  • Bien hecho hijo.

Atreus no entendió a qué se refería, pero si entendió el amor en sus palabras, y supo que a partir de ahora el camino que les quedaba sería más fácil, ya no estaban solos, se tenían el uno al otro.

Inspirado en videojuego God Of War 4

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s