El tiempo fluye como un río.
Viene el agua de la montaña para fundirse en el mar.
Siempre en la misma dirección, no se puede volver atrás.
Pero ésta sólo es la parte que vemos.
Porque una vez en el mar, sube de nuevo al cielo
para volver a caer sobre la montaña.
Esta es la parte que no vemos.
Y el ciclo siempre es constante pero nosotros, ignorantes,
pensamos que el río nunca es dos veces el mismo.
Y es cierto y falso a la vez.
Muerte y resurrección de la naturaleza. Me gustó tu poema. Una inspiración al borde del río.
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Las enseñanzas de la Naturaleza son infinitas… Muchas gracias Macalder Un abrazo!! 🙂
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