Caminé descalza y sin rumbo fijo
subiendo las más altas montañas
para caer luego en lodazales.
Moviéndome sigilosa
entre dunas de arena
que abrasaban mis pies
Me envolví en nieve blanca
sintiendo el frío de su peso
derritiéndose al instante
Pasee por encima de las aguas
dejando que la corriente
me arrastrara al infinito
Llegué al horizonte del mundo
vislumbrando el espacio
que me engulló en su agujero
Volé entre las nubes
mientras el aire mecía mi cuerpo
y la lluvia empapaba mis huesos
Baile en hogueras de vanidades
cuyas llamas calcinaban
los espacios de mi alma
Todos los terrenos exploré
arrancando trozos de mí
en cada lugar que pisaba
Hasta que nada más pude dar
y me tumbé en la hierba
esperando que la tierra me tragara
Nada de eso ocurrió
si no que recompuso
palmo a palmo mi piel
Y me mimeticé con ella
porque nada de mi esperaba
nada de ella yo demandaba.
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👏👏👏
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Gracias!!! 🙂 Un abrazo.
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Nada nada más satisfactorio, que empezar el día leyendo un poema tan bueno como el tuyo. Me gusta tu estilo. Lo disfruto.
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Macalder realmente eres muy amable, nos das fuerzas y energía. Muchísimas gracias!!! Un abrazo enorme. 🙂
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Por nada. Siempre es un placer leerte.
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🙂
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