- ¡Ayudadme por favor!- gritaba el jorobado con desesperación.
Las lágrimas se mezclaban con las gotas de sudor que recorrían su rostro, iba de un lado a otro cargando piedras, tirando cubos de agua, echando mantas encima de las llamas que comenzaban a repetirse vertiginosamente por toda la construcción.
Todo su cuerpo estaba tensionado y retorcido más que nunca, notaba pinchazos en todos sus músculos pero ese dolor era soportable no como el dolor que sentía su corazón.
- ¡Ayudadme os lo suplico!- volvió a repetir entre sollozos.
Las gárgolas le miraban inmóviles sin poder hacer nada para remediar el desastre, se rompían por dentro al contemplar el grotesco espectáculo, al escuchar el aullido de socorro de su fiel compañero el campanero de Notre Dame, pero no podían hacer nada, ni siquiera salvarse a ellas mismas. Las tórtolas, que siempre habían encontrado refugio entre los huecos de sus paredes, volaban inquietas por encima del jorobado intentando ayudar, pero lo único que consiguieron fue avivar el fuego con su aleteo nervioso.
El calor era insoportable, el humo negro recorría ya las calles de Paris tiñéndolo todo de color tristeza. La piel de Quasimodo ardía con la misma intensidad que su hogar.
Apagaba una pira en un lado y otra se encendía en el lado contrario, ochocientos cincuenta y seis años de historia se calcinaban ante sus ojos, y él no podía hacer nada, supo que estaba perdido y con él la catedral.
Bajó hasta el rosetón y se tumbó dejándose morir, sería ceniza, polvo desintegrándose junto cada piedra de aquel lugar.
- ¡Está en sagrado!- dijo en un susurro elevando sus ojos al cielo para cerrarlos inmediatamente después.
Al instante el cielo se oscureció llenándose de nubes negras, que clamaron en forma de trueno para llorar amargamente sobre la capital de la isla de Francia, el Sena se alzó majestuoso y abrazó con ímpetu la Catedral traspasando cada hueco, las almas, de aquellos que habían podido contemplar a lo largo de los años la belleza de esta construcción gótica, se levantaron para cubrir con sus propios cuerpos los restos que aún quedaban en pie.
- Notre Dame es de todos- entonaban en una canción silenciosa que traspasaba los muros y las fronteras llegando a los oídos de los que horrorizados contemplábamos la tragedia en directo.
El campanero deseó que todo ésto fuera verdad, que su amada catedral no terminara desapareciendo, que el lamento que escuchaba de los ciudadanos del mundo fuera real, que esa energía de unión no se apagara y que con ella se volviera a colocar cada piedra en su sitio consiguiendo que Notre Dame vuelva a ser lo que siempre fue.
Pero él ya no estaba aquí, la última columna de humo lo había elevado ya, desde lo alto observó la edificación que había sobrevivido a guerras, a desastres naturales, al progreso y que ahora una chispa estúpida estaba terminando con ella. Apartó los ojos y miró más allá a través del tiempo, contempló otras construcciones históricas, las maravillas del mundo, de las que solo quedaba el recuerdo, vagas descripciones en trozos de papel. Siguió mirando el devenir del mundo, eones de historia durante los cuales países, civilizaciones, monumentos… habían terminado por sucumbir, sintió tristeza en lo más profundo de su alma, pero miró otra vez y vio a los hombres portando ladrillos, extendiendo planos, armando andamios…
- El fin solo es el principio de algo nuevo, destrucción y construcción, volver a empezar, todo, hasta Notre Dame tiene su tiempo finito en esta vida.
Sonrió desde lo alto con cierta melancolía la historia de la catedral se acababa pero solo para transformarse en algo mejor.
Magnífico homenaje. ¡Amén!
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Muchas gracias! 🙂 No podíamos no escribir nada sobre ella, las imágenes vividas y tantas veces vistas en películas ,libros fotografías…se nos agolpaban en el interior.
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Cierto, hay mucho vivido.
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Te agradezco que lo escribieras, es lo mejor que he leído sobre el tema. Un homenaje en toda regla, saludos.
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Fue «Quasi» el que nos dijo que escribir… Gracias por tus amables palabras Susana. Nos honras con el comentario
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Ay que bonito homenaje!
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Gracias!!!!! 😚😘😘
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