Nuestro inconsciente sabe de nosotros cosas que ignoramos, está en contacto con todo, pero aún no hemos aprendido a codificar esa información.
DEL TIEMPO
El tiempo es el creador de la vida. Que tenga un principio y un final es lo que define la vida. Si no hubiera muerte, no habría vida. Es un proceso que no podemos detener. No podemos evitar la muerte, pues si no la vida no existiría. No podemos detener el tiempo.
Lo único que está en nuestra mano es decidir qué hacemos con el tiempo que se no es dado.
¿Por qué sentimos lástima cuando muere un ser querido? Porque su tiempo a nuestro lado termina. Ya no podremos compartir más tiempo con él. Pero, como decíamos antes, es algo que no se puede detener. Así que lo único que podemos hacer es aprovechar el tiempo
Lamentarse por la muerte de un ser querido es el acto máximo de egoísmo. No quiero que esa persona se muera porque yo sufriré (aunque ya lo haya hecho todo en la vida). Cuál es la opción ¿Qué esa persona no se muera y esté ahí para cuando nosotros queramos disponer de ella? Como si fuese una vídeo consola, un mueble, un electrodoméstico. No tiene sentido. Es absurdo.
Si por el contrario aprendemos a aprovechar el tiempo con esas personas. Si aprendemos a establecer un vínculo de comunicación limpia y honesta, ese vínculo trasciende al tiempo. Cuando conoces sinceramente a una persona, sabes perfectamente lo que te dirían en cada momento. Pasan a formar parte de tu conciencia.
DE LA CONCIENCIA
Entendemos como “conciencia” a la información que se graba en tu cerebro a lo largo del tiempo. Esta información es la suma de tu experiencia personal y la experiencia personal de los demás. Cuando tu tiempo termina, todo lo que eras se transforma en información que queda grabada en los genes de las otras personas con las que has establecido un vínculo.L
Esto amplia la visión del juego, pues aunque el tiempo de cada individuo es limitado, sólo es un eslabón más de una enorme cadena que se prolonga en el tiempo. Esta gigantesca cadena de información funciona en código binario: Abierto/cerrado (luz/oscuridad).
Cuando el canal está abierto, la comunicación pasa de un eslabón a otro. Cuando está cerrado, no. Imaginemos un circuito eléctrico en el que cada individuo es un nodo. Si el nodo está “On” la luz pasa al siguiente; si está “off” no pasa.
Cuando nuestro tiempo aquí termina, nuestra conciencia sale de la jaula de las 3 dimensiones. Pasa a un nivel donde se mueve en muchas más dimensiones desde donde puede ver el circuito. Puede jugar con él, mover los interruptores entre «Abierto» o «cerrado»; «Sí» y «No».
De esta forma podemos comunicarnos con nuestros seres queridos cuando su tiempo termina y pasan al otro lado. Es un proceso natural por el cual ellos pasan a formar parte de nuestra conciencia, y nos siguen hablando de la forma más básica, nos dicen «Sí» y «No». Desde el otro lado saben lo que tenemos que hacer, por eso habitan en nuestro subconsciente. El problema es que nos llega tanto ruido desde nuestro mundo que dejamos de escucharles y tendemos a hacer caso a las voces de los otros, las que vienen del exterior, las que nos confunden.
Pienso guarda cosas que conocemos de nosotros pero que no nos damos cuenta, de ahí los sueños, sentimientos, recuerdos, experiencias se trabajan en el inconciente, de mezclan y salen anárquicamente. Con los temores y los deseos pasa lo mismo. Nuestra mente trabaja con lo que le damos y forma lo que llaman conciencia que es el motor de nuestra actitud frente a la vida. Bueno, eso lo pienso yo, no es una teoría. Me da gusto poder intercambiar. Sslufid
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Por aquí lo vemos exactamente así como dices. La conciencia es nuestro motor y sabe lo que queremos, pero nuestro cerebro nos confunde. Mil gracias por compartir tu reflexión. Un abrazo desde Gijón!!
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